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En Brasil, subsiste una libertad
de prensa a dos velocidades
Reporteros sin Fronteras establece la clasificación
iberoamericana de la libertad de prensa

Desde la anterior Cumbre Iberoamericana de Santa Cruz (Bolivia), celebrada en noviembre de 2003, en los 21 Estados miembros de la comunidad iberoamericana han matado a 11 periodistas, detenido a 24 y agredido o amenazado a otros 336. Por otra parte hay 26 periodistas encarcelados. Todos ellos en Cuba, donde el poder de Fidel Castro mantiene el monopolio de la información.

En la última clasificación mundial de la libertad de prensa, publicada por Reporteros sin Fronteras, Cuba ocupa la penúltima posición (166) delante de Corea del Norte, mientras que Colombia figura en el puesto 134.

Reporteros sin Fronteras pide a los jefes de Estado participante en la Cumbre que intervengan con su homólogo cubano, presente en San José, en favor de la libertad de los 26 periodistas encarcelados. La organización les pide igualmente que insistan con el presidente colombiano, Alvaro Uribe, para que considere una prioridad la lucha contra la impunidad de los asesinos de periodistas.

"La Cumbre Iberoamericana tiene que defender los valores que pretende encarnar", ha manifestado Reporteros sin Fronteras. En la Declaración Final de Santa Cruz, los 21 jefes de Estado y de gobierno presentes reafirmaron su preocupación por animar "la promoción y la protección de los derechos humanos".

Por otra parte, Perú (123), México (96) y Venezuela (90), aparecen también en la segunda parte de la clasificación de Reporteros sin Fronteras, publicada el pasado 26 de octubre. Los otros 16 Estados que participan en la Cumbre aparecen por tanto en la primera mitad de esa misma clasificación. Portugal (25) es el mejor clasificado.

Cuba y Colombia: un infierno para los periodistas
En Cuba es criminal, por definición, cualquier expresión crítica en relación con Fidel Castro. Detenidos en la "primavera negra" de marzo de 2003 junto con cerca de medio centenar de disidentes, 26 periodistas se encuentran actualmente encarcelados. Han sido acusados de "actos contra la independencia del Estado" y condenados a penas que van de 14 a 27 años de cárcel.

En los procesos, se presentaron como cuerpos del delito algunas máquinas de escribir y estilográficas incautadas en sus domicilios. Sus condenas vinieron a reforzar un poco más el monopolio informativo del Estado.

También provocaron fuertes protestas internacionales. A finales de junio de 2004, dos de ellos salieron en libertad. Sin embargo, Cuba continúa siendo una de las mayores cárceles del mundo para los periodistas (detrás de China).

En Colombia existe un pluralismo informativo real. Pero los periodistas lo pagan con su vida. A dos de ellos les han matado después de la anterior Cumbre Iberoamericana. Denunciar las exacciones de los grupos armados -paramilitares y guerrillas- y la corrupción de los cargos políticos sigue siendo un oficio peligroso, mucho más que en cualquier otro lugar del continente.

La muerte de Oscar Polanco, al que mataron el 4 de febrero de 2004 tras denunciar las presuntas relaciones entre un político y los narcotraficantes, es un ejemplo del ambiente cada vez más complejo en que se mueven los periodistas.

Frecuentemente se alían políticos corruptos, grupos armados y traficantes de droga, para reducirles al silencio. Por otra parte, desde la llegada al poder de Alvaro Uribe tienen que hacer frente a un recrudecimiento de obstáculos a su trabajo, de parte de las fuerzas del orden.

Democracias frágiles y violentas
En México, Perú y, en menor medida, Brasil, subsiste una libertad de prensa a dos velocidades. En estos grandes países, junto a una prensa nacional relativamente preservada, algunos medios de comunicación locales tienen que enfrentarse a grandes dificultades.

En los tres Estados han muerto periodistas en las provincias, víctimas del crimen organizado o de políticos locales. En Argentina no se han producido muertes, pero los periodistas de las regiones son víctimas del acoso judicial y de la instrumentación que las autoridades locales hacen de la publicidad pública.

En Venezuela, aunque menos numerosos que en 2003, continúan siendo elevados los atentados, amenazas y agresiones sufridos por periodistas y redacciones críticas con el presidente Hugo Chávez.

La ley de "responsabilidad social" de los medios audiovisuales, actualmente en discusión, es también una fuente de preocupaciones. Sin embargo, la tensión ha disminuido desde que el referéndum del 15 de agosto confirmó al jefe del Estado en sus funciones.

Finalmente, el asesinato de periodistas y colaboradores de los medios de comunicación en Ecuador, Nicaragua y República Dominicana, país en que tradicionalmente la prensa suele quedar al margen de la violencia, ha servido para recordar que en varios Estados la situación es todavía frágil. Una constatación que se aplica también a España, donde una decena de periodistas se han visto amenazados por la organización terrorista ETA.

Clasificación iberoamericana de la libertad de prensa
Reporteros sin Fronteras ha establecido esta clasificación iberoamericana de la libertad de prensa sobre la base de su tercera clasificación mundial de la libertad de prensa, publicada el pasado 26 de octubre y disponible en www.rsf.org.

(*) La posición de la República Dominicana no tiene en cuenta el asesinato del periodista Juan Andujar, ocurrido el 14 de septiembre de 2004; el período considerado para la clasificación mundial va del 1 de septiembre de 2003 al 31 de agosto de 2004.

XIV CUMBRE IBEROAMERICANA

18-19 de noviembre de 2004 - San José (Costa Rica).

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